La Iglesia Valdense tiene casi una presencia de un milenio en Italia. Actualmente la Iglesia Valdense es miembro además de la Federación de Iglesias Evangélicas en Italia, de la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas y el Consejo Mundial de Iglesias.
- Darío, mi estimado pastor, antes de comenzar la entrevista desearía darnos una breve autobiografía suya y saber más sobre la Iglesia Valdense, el Israel de los Alpes.
Bien, yo soy Pastor Valdense consagrado en el Sínodo de nuestra Iglesia en 1984. Soy originario de Uruguay donde hice mis estudios primarios y secundarios. Luego estudié en nuestra Facultad de Teología en Buenos Aires. Ahí me recibí de Licenciado en Teología a fines de 1980.
Yo terminé mis estudios teológicos a fines de 1980 y en seguida comencé con la práctica pastoral, estuve un año de estudios en Italia (enviado por mi iglesia) y fui consagrado al pastorado en febrero de 1984.
Me casé en 1988, con Graciela Geymonat, viuda con dos hijos. Luego, nacieron 2 hijas y hace casi 4 años, nuestra nieta.
Mis antepasados son del Piamonte, donde se refugiaron los valdenses y donde pudieron sobrevivir a las persecuciones. Mi abuelo paterno vivió en lo que se llaman los “valles valdenses” hasta los 12 años cuando viajaron a Uruguay con mis bisabuelos y sus seis hermanos.
- ¿Conociendo este antecedente, usted es un valdense de pura cepa?.
- Sí, todos mis antepasados son de origen piamontés (pero con apellidos “franceses”) salvo un antepasado (Félix) que es suizo.
- ¿Conoció a sus abuelos?
- Lamentablemente no conocí a ninguno de los abuelos, si a mis abuelas. Siguiendo la tradición, algunas familias tenían como habla común el “patuá” (mezcla de francés con italiano) que era el que hablaba la flía de mi padre. Otros, tenían el francés, que era el idioma litúrgico; en ese idioma se hacían los cultos, los himnarios, porque los pastores se formaban en Ginebra.
- ¿Hay alguna anécdota de sus antepasados?
- Mi padre me contaba que su padre no quería hablar de su infancia; cuando le venía la nostalgia decía “paure paysot” (pobre mi pueblito, mi pequeño poblado). Yo tuve la posibilidad de conocer esos lugares cuando fui a estudiar a Roma; ahí escuché cantantes populares de mi país que, en la nostalgia del exilio cantaban “hay paisito mi corazón está llorando”; es decir, la nostalgia del exilio, en circunstancias totalmente distintas, era la misma.
- ¿Alguna peculiaridad de su familia?
- Somos una familia común con una particularidad, por ser pastor, en la organización de nuestra Iglesia, está establecida la itinerancia y, además, como nuestra Iglesia es rioplatense (está en Uruguay y Argentina) nos hemos trasladado varias veces entre ambos países.
- Tal itinerancia y su vida como pastor, como le va con su matrimonio, ¿fue una desventaja o ventaja este ritmo de vida?
Esta situación nos ha llevado a tener que dialogar mucho como pareja cada vez que se nos presentaba la oportunidad o necesidad de un traslado pastoral. Es decir, toda pareja necesita mucho diálogo, porque hay proyectos personales que deben ser ensamblados. Cada uno tiene su propio proyecto de vida y, además, hay un proyecto colectivo que la pareja va construyendo. Como le decía, a este hecho que se enfrenta toda pareja.
Se debe sumar el “plus” de la particularidad del pastorado en nuestra iglesia: Uno debe tratar de comprender cual es la voluntad de Dios, que es lo que espera de nuestra tarea y además, contemplar la situación familiar, trabajo de la esposa, situación escolar de los hijos.
- Este ritmo de vida itinerante afectó en algo a sus hijos?.
A Dios gracias, con mi esposa hemos podido establecer relaciones de amistad, no solo de fraternidad cristiana, en las comunidades que hemos estado, pero sin duda, que nuestros hijos se han visto afectados por estos cambios. Nuestros hijos mayores han vivido en 3 lugares diferentes y en cada uno de los 2 traslados significó cambiar de país.
Sí, es cierto, les afectó. Nuestro hijo mayor se vino con nosotros a la Argentina, estuvo un año y luego regresó al Uruguay para realizar sus estudios y ya está trabajando ahí.
- Cuéntenos acerca de sus padres, ayudaron en la formación que tiene ahora, de que manera impactaron su vida.
- Mis padres, que fallecieron recientemente (mi madre a punto de cumplir 91 y mi padre, ya había cumplido 92), fueron personas de una profunda fe y muy comprometidos en su iglesia en el pueblito en que nací en Uruguay. Mi padre fue agricultor y gerente de una cooperativa agrícola; mi madre, ama de casa. Siempre vivieron en la misma casa, mi casa natal, por lo cual cuando los íbamos a visitar (aún este mismo año) era regresar a las propias raíces, lo cual es muy importante para mi. Sé, y lo siento, que yo no les puedo dejar lo mismo a mis hijos por la elección de vida que hice… en realidad, creo que es el Señor que la eligió para mí.
- Mi más sentido pésame estimado Darío. Que Legado tan especial de parte de sus padres tiene. Es un gran privilegio y a la vez mucho sacrificio ser discípulo de Cristo. ¿En qué sentido no puede seguir con ese legado, a que te refieres Darío?
Espero que mis hijos puedan llegar a comprender que esta elección que, sin duda los afecta, fue la que sentí que tenía que realizar. En que mis hijos no tendrán una casa a la cual volver… Sí la casa donde viven ocasionalmente sus padres.
La casa está pero ahora viven otras personas, lógicamente otros pastores…. porque me faltó aclarar, las casas pastorales en la Iglesia Valdense están siempre al lado del templo.
- ¿Se acuerda en que año, y que edad tenia cuando fue bautizado en agua?
- Sí, siguiendo la tradición valdense-reformada, fui bautizado a los pocos meses de vida. Hice la escuela dominical en todo el período escolar (de los 5 años más o menos hasta los 13), luego 3 años de Catecismo (13 a 15 años) y la confirmación a los 15 años. Esta era la “trayectoria” clásica de las iglesias valdenses.
- Darío cuéntanos como es la estructura de la Iglesia a la que perteneces, y que tiene una tradición ya en unos años milenaria.
La organización actual de la Iglesia Valdense viene de su estructura calvinista.
Los historiadores hablan del “movimiento valdense” (desde el origen hasta 1532) o de la “primera reforma” y de la “iglesia reformada” propiamente dicha y participante de la “segunda reforma” o sea de la Reforma clásica.
Hay similitudes pero diferencias con los bautistas. Los bautistas se inscriben en la “reforma radical” mientras que los valdenses en la “ginebrina” (no digo calvinista, porque cuando los valdenses adhieren Calvino todavía no estaba en Ginebra).
- ¿Se parecen mucho a la iglesia presbiteriana?
- “Somos” una iglesia presbiteriana en el sentido de organización eclesiástica, esto es lo que nos diferencia de los bautistas, aunque la congregación es muy importante.
- ¿La organización presbiteriana es lo que les hace no opuestos, pero si super distintos a los bautistas?
- Algunos estudiosos dicen que el sistema valdense está entre medio del sistema presbiteriano y el congregacional. Pero es presbiteriano…
- Explícanos sobre la historia de la lengua valdense, es cierto que los valdenses crearon una lengua cuando estuvo refugiada en los Alpes Italianos conocidos como los Valles Valdenses.
El idioma “valdense” que dice, existe todavía; es el “patuá” que se habla en esos valles donde todavía existe la población “valdense” y que es algo similar al francés. Cuando era chico, mis tías paternas mayores hablaban entre sí para que no entendiéramos y nos enseñaron algunas palabras que se hablaban en mi casa, aunque habláramos español.
El tema de los idiomas y/o dialectos en Europa es muy especial. Yo le hablo del “patuá”, pero no hay uno solo, sino que entre poblados que están separadas por una montaña, ya hay variantes!!! y eso sucede con otros idiomas también.
- Entiendo, que buena información me ha dado acerca de los valdenses hasta ahora, ¿Se puede entender entonces que el “idioma valdense” era un dialecto patua propio de los valdenses?
- Sí, que hablan en esa región. En esos valles, aún hoy, la gente habla varios idiomas. El italiano (oficial), el francés (muchos), los más ancianos hablan el patuá, y también el piamontés que es diferente.
- En la organización de los Valdenses, ¿ustedes eligen al pastor?
- Por estatuto, el Sínodo es la autoridad máxima en el gobierno y la doctrina. Sí, la congregación elige al pastor entre los que se postulan para el cargo.
- ¿Cómo una democracia congregacional y todos los congregantes o los ancianos en la fe?
¿Cómo una democracia congregacional y todos los congregantes o los ancianos en la fe?
La elección la hacen todos los “miembros comulgantes” (activos) reunidos en Asamblea de Iglesia. La organización valdense se rige por una “jerarquía de asambleas” (así lo dicen los Estatutos); hay una Asamblea a nivel local, otra a nivel regional y otra a nivel rioplatense (el Sínodo). En esos ámbitos, la Asamblea es la autoridad máxima y eligen un órgano ejecutivo.
El Consistorio (Junta Directiva) a nivel local; la Comisión presbiterial (la región) y la Mesa Valdense, a nivel rioplatense
Por ahora esta es la primera parte de una entrevista donde nos da mayor luz de la Iglesia Valdense, que al final viene a ser también parte de nuestra Iglesia Cristiana.
Muy Agradecido